Le miré descarada en trayecto de varias paradas de tren. Me devolvió las miradas con intriga en sus ojos...¿qué?. Silencio simple, vago, sólo el sonido del traqueteo del vagón.
Solté la imaginación y pensé una conversación, sobre qué?, dá igual, él respondía cada pregunta en la misma sintonía en que se las hacía, para eso era mi pensamiento. Con dos!.
No tenía nada especial, simplemente estaba allí, y mi juego era tan estúpido como mio, las reglas las impongo yo, empiezo y si no me gusta, fuera de juego.
Empezaba a molestarme que se acabara el trayecto, me molestaba cada parada por si él bajaba y rompía el único momento que no dominaba yo, As para él.
Recordé la canción, y cambié el texto, Y si fuera él?, ha perdido el encanto del momento, no podía ser él, porque él se fue y se llevó mi alma, rompió cada sueño y aún pierde quién se pone entre mi pasado y el nada del presente.
Odio el que sea un castillo con fantasmas, se oyen las cadenas pesadas por un pasillo angosto, y dudo de si la leontina es mia o suya, y si fuera él?. No hay vuelta, el regreso es una historia vieja.
Añoro sus besos, sus caricias y una piruleta en un cristal, y me pregunto al mirar al desconocido amigo de juegos, si él robaría un alma para tenerla esposada, pues todos robamos una esencia en algún juego, y nadie devolvió las entrañas, pertenecen al ladrón.
Y a pesar de no tener nada que ofrecer, ni recuerdos que guardar, me apeteció jugar con un errante viajero a soñar, si fuera él... quién sería yo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario