martes, 18 de octubre de 2011

DESPIERTA







Diez amigos ,se reunían ayer expectantes e ilusionados en un bar cercano a Pl. Catalunya ,para ver juntos el partido de su equipo y celebrar si convenía, que convino, el éxito por las calles de Barcelona.


Anoche, como tantas otras, tenían el plan de emergencia por si se dispersaban, la boca del metro, y durante 19 años les ha funcionado siempre.


Barcelona era puro clamor, la gente se echó a la calle, a cantar, a gritar, hacer sonar el claxón o aquellos artilugios que animan a que todos, griten, cante, salten y disfruten… así, tontamente, compartiendo la alegría de un equipo, del mismo equipo.


El Ayuntamiento de Barcelona, recomendó la Pl. Catalunya, en vez de Canaletas, para evitar que la fuente, y los comercios de las Ramblas, sufrieran deterioros de “becerros” que no saben ir de fiesta sin romper, atacar bienes públicos y destrozar aquello que se les antoje, sea escaparates, coches, e incluso liarse a puñetazos con otros aficionados por un “déjame pasar primero”


A las 2.30 de la madrugada, los diez amigos estaban cantando en el centro de la Plaza, y de pronto, se escucha el correr de la gente y los gritos de “Carga policial”.


Los diez amigos se dispersaron y corrieron hacía la Pl. Urquinaona, boca del metro y esperar a reunirse todos.


Nueve amigos se fueron encontrando, cansados, agotados y sudados… esperaron al décimo.


Nueve amigos, están sentados hoy en la sala de espera del Hospital Clinic, con ojos llorosos y el alma encogída.


Una madre de rodillas delante de la puerta de la UCI, suplicando entre lágrimas, que se despierte su hijo.


Nueve madres de nueve hijos, intentando dar fuerza y apoyo, sin saber qué decir.


A estas horas, seguimos sin saber si un “degenerado” que estaba de fiesta, lanzó un botella, que dio de pleno en la cabeza del décimo amigo, o si un “degenerado con carnet de agente 007”, pensó que estaba en la cacería del conejo y tenía que disparar balas de goma, sin mirar.


No hay parte de la policía, no hay parte de la ambulancia, hay un muchacho de 19 años en coma, por disfrutar de una noche de gloria.


Hay una ex novia y amiga desde p3, que no se separa de la puerta, esperando que despierte, mi hija, sin llorar, casi sin respirar.


Hay nueve amigos desde p3, que esperan se despierte y olvidar sin dejar de recordar.


Hay una madre desesperada, rota, y nueve más que dan gracias por no ser esa madre, pero igual de cercanas a esa vida que se debate, sin saber qué decir, qué hacer, qué aconsejar.


Sólo esperar... despierta Guillem.

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