martes, 18 de octubre de 2011

MADALENAS





Hala!!, suena el teléfono y llaman a la puerta a la vez.


¿A quién atiendo primero?...vamos a por el teléfono.


_Diga_ no ha sonado muy amable, pero es que la puerta insiste.


_Soy yo, la Puri _gime_ ¿estás en casa?


Tontería de las gordas!!!, estoy en casa claro, no ves que respondo al teléfono!!!!


_Si, claro _ tono irónico


_ Ábreme la puerta, estoy detrás_ dice ella sin pillar la ironía


¿la puerta?, C*** que siguen llamando!!!... es ella!!!


No cuelgo y abro, y allá que entra como la terremoto , móvil pegado en la oreja, y se me abraza llorando, me va a dejar la bata de guatineé llena mocos, lo estoy viendo.


_Anda, cuelga y pasa, que parecemos dos idotas al teléfono y estás aquí._ mientras pienso que ha olido el café desde su casa


_No quería despertarte, por eso llamaba antes por teléfono-


¿No quería despertarme con las dos melodías a todo volumen, puerta y teléfono???, Esta mujer no está bien, no piensa antes de hablar y actúa antes de pensar.


_Pasa anda, vamos a por dos tazas de café y me dices el porqué de esas lágrimas.


_Y madalenas, que llevo desde ayer sin comer nada- Ea!!, tendrá una pena muy grande, pero el hambre no se le quita.


Y en la cocina, mientras le moja la madalena en el café y se llena la boca, sigue soltando lagrimones como puños y hablando a la vez, un arte lo suyo.


Que de nuevo le ha pasado, que anoche en la cena con su novio, pedazo moreno donde los haya, le dijo sin mirarle a los ojos, que no tenía corazón para seguir con ella, que no estaba preparado para una relación seria, que no era ella, que era él, y que no se merecía que siguiera engañándola con sus palabras de amor.


Que ella le suplicó, sacó sus armas de mujer, lágrimas y voz infantil, y le dijo que fueran más despacio si quería, pero que no la dejara.


Pero la dejó, allí, en el restaurante sin postre y con la cuenta para ella.


Eso si que es una bajeza!!!, vamos a ver, que una cosa es que te dejen en la cena, y la otra, que no deje la visa para pagar la cuenta!!


La intento animar, que no debe ser lo mío, diciéndole que eso son cuentos, que lo cierto es que no “pasó”, que no surgió en él lo que llamamos amor, y que no tiene ella que pensar mucho, darle carpetazo al asunto y olvidar, que con su cuerpo, su cara y su gracia, mañana tendrá una cita de nuevo, e igual, ese es el que ella esperaba.


_Que no!!!- me grita… encima me grita!_ que era él, lo sé, yo le quiero a él y si no es él, me muero.


Lo he oído muchas veces, se muere por todos, en su afán de evitar la soledad, cada poco tiene un hombre,- y gusto la niña para elegirlos, ni uno feo, bajo o gordo, sacados todos de catálogo Armani- que es el hombre maravilloso que esperaba, la hace reír y soñar, y sus besos y caricias son insuperables, ya no se acuerda del anterior, y qué tonta fue la otra vez.


Como no es cosa de recordárselo, le digo:


_Jamía, que no tengo nada de luto y estando a mitad de mes no te podría compra ni margaritas para el féretro, mejor te mueres sobre el 1.


Me mira con los ojos llenos de agua, la boca llena madalena y café, sopesa lo que le acabo de decir, y…Me acaba de decorar toda la cocina de estuco madalenero.


_La madre que te parió_ se ríe ahora aunque sigue llorando_ que bruta eres!


Eso, bruta yo, pero verás como se queda el estampado para limpiarlo yo sola.


Y ya no sé si limpiarlo, porque llegará dentro de un mes, y volveremos a tener la misma la misma conversación, y hambre no le faltará, así que me estoy pensando en cambiar las madalenas por bolitas de coco, para decorar con más tonos.


Y mientras ella va en busca de una nueva revista, yo, que ya no tengo Clooney con quién soñar despierta, pienso en Gianni Bella…


“Que si de amor ya no se muere,
Algo en mi se morirá.”


¿Una madalena?

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