viernes, 17 de febrero de 2012

Cicatrices








He preparado una hoja de papel en blanco, quería escribir.

La miro bien, la aliso con la mano, una caricia sobre la nieve aparente de la superficie.

Y entonces las veo, finas líneas que dibujan millones de caminos como un mapa maldito que recorre toda la hoja.

Qué bien se pueden leer, parece que me gritan desde la mesa. Míranos. Recuerda.

Y las miro, entre curiosa y apenada, porque se que después de sumergirme en su lectura ya no voy a ser la misma de hace un rato. O si…

Me encuentro con Nico, con su pelo negro y sus ojos de caramelo, las primeras noches en vela lanzándole a la luna orgasmos desmedidos, palabras de amor, promesas de azúcar que el viento se encargó de llevarse. Me veo de pie en aquella curva del Garraf por donde su moto hizo un salto mortal como no se ha visto en ningunas olimpiadas. Perfecto, una curva sobre el agua, luego el silencio. Mis lágrimas, unas flores y el tiempo que nunca se ha detenido. La lluvia ya no llora sobre su chupa de cuero. Yo, a veces si.

Hay otra línea preciosa, llena de curvas, como rosas blancas de ramo de novia, esa que fuí una vez, entrando en aquella pequeña iglesia  del brazo de mi padre. Los ojos de Ricardo, esperándome en la distancia, su mano en la mía poniéndome un aro de oro en el dedo, …ese mismo aro que duerme ahora para no despertar ningún dolor de un día blanco y lejano. Cuanta ilusión.

Mi dedo sigue otra de las pequeñas carreteras sobre el papel, esta es muy profunda, me duele solo con rozarla, pero mi hermano  me calma, me dice que fue muy rápido, y que le gustó mucho el viaje que la noche anterior le relaté, que se fue tranquilo porque mis besos lo ayudaron a dormirse, que escuchó todos los te quiero con los que lo arropé para su viaje. Que estaba preciosa vestida de negro, serena, ausente entre todos los sollozos, que fui su guerrera favorita con el alma en pie y aquella rosa blanca que le regalé antes de irse. Te añoro siempre.

Paisajes diminutos que me van alejando de los sueños, que me enseñan todas las renuncias.

Y aparece papá, que me dice que nunca quiso hacerme daño, que agradece mi rebeldía y la no obediencia para que dejara de estudiar y fuera una mujer como debe ser, de casa, de labores, de sumisión al marido, lo siente, no supo hacer más, y yo le perdono. Y la ventana se abre entra suave como una brisa de madrugada, y corremos juntos como dos duendes del bosque, y mi risa le hace feliz. Lo sé.

Una lágrima que asoma en una esquina, casi me da miedo tocarla por si el papel se funde con ella. Unos ojos hermosos, muy abiertos, intentando comprender porque ahora papá ya no va a vivir más en casa, si aún nos queremos todos como en los cuentos de princesas.

Pero la vida, amor mío, también es como un cuento, solo que las princesas no siempre viajan con el príncipe, algunas viajamos solas, con nuestros niños. A veces es más bonita una casa en el bosque que un castillo lleno de puertas cerradas, con pasillos fríos alfombrados de soledad. No llores, princesa, que los dragones nunca llegarán a tu reino. Te lo prometo.

Dios mío, mi error más secreto, el ilusionarme de nuevo con alguien que no merece ni escribir su nombre, las noches de soledad más profunda, de lágrimas de sangre, de tanta mentira y tanto dolor, y siendo la que menos podía pedir, hablar, decir. El silencio de los meses más amargos, la súplica de amor, la renuncia de mis principios a favor de la mentira vivida.

Y mí hoy, tan incierto como ayer, tan lleno de cicatrices que se muestran a través de cada poro de mi piel, incapaz de mostrar, de dar, de sentir sin barreras. Apartándome de cada reto que suponga una nueva ilusión porque sé que me va a quemar como el hielo, como el fuego. Desconfiada de cada palabra, Egoísta e incapaz de tener fe, cuestionándome cada paso que alguien da para acercarse.

He doblado la hoja, voy a guardarla en un cajón, quizás si escribo sobre ella emborronaría algunos recuerdos, esas cicatrices…

4 comentarios:

  1. Me has tocado la fibra,niña,he llegado al final con lagrimas en los ojos.

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  2. A mi también, Yolanda. Escribes de coña, eso es muy catalán ¿verdad?

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  3. Bueno Enrique, ya sabes que la ñ es española, jajajaja, aquí sería de "conya",:D, muchas gracias, intento plasmar unas veces con acierto otros sin resultado, lo que siento, pienso, o vivo... y esto de hoy, es una pequeña parte de mi vida.

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