martes, 22 de noviembre de 2011

BOMBONES






Hoy las palabras de Forest Gump, La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar.”, han cobrado una realidad que creo que no era a lo que la señora madre se refería. 

Acaba de salir por la puerta mi vecina, Puri, si, la chica que tiene un Imán para los hombres, que imagino debe ser como el Kamasutra ilustrado y a color, mientras una servidora, es el libro Gordo de Petete: Que digo yo, podríamos repartir un poco de nuestras suertes, y así una tendría más teoría, y la otra algo de práctica, injusta vida.

La cosa es, que ésta semana no hice madalenas, así que he acompañado ese café que sutilmente viene a tomar, con una caja de bombones, que me regalaron unas bondadosas monjas.

Mientras le salían lágrimas por esos bellos ojos, contándome su última experiencia amorosa, miraba la caja abierta llena de colores brillantes, azúl, rojo, verde, violeta, dorado, rosa, plata y anaranjado, está claro que el envoltorio, es lo que llama la atención, y a mi Puri, ni te cuento.

Aunque hizo un mohín con la nariz cuando no vio madalenas, sus dedos empezaron a juguetear con el primer color de la caja.

.- No sé que hacer- me decía mientras despojaba de su envoltorio el primer bombón, éste de color plata- creo que estoy enamorada, pero he conocido a Rigoberto ( cariñosamente le llamarán Rigo o Berto ???, duda que no pregunté ), y me tienta el muy capullo, tiene ese porte de hombre de saber lo que a una mujer le gusta, y es atractivo y … no sé.

Ya está saboreando el primer bombón, y sus manos se dirigen al segundo, la observo, toca el dorado, pero se arrepiente y se dirige al violeta, parece que si, el siguiente va a ser ese color, pero nooo, lo deja y se va al verde, que no tiene tanta suerte y empieza a ser despojado de su vestimenta.

.-Puri,- empiezo discreta- no crees que si estás bien con Miguel, quizá deberías de centrarte?

.- ¿Y si me pierdo algo mejor?- parece que éste color debe ser malo, porque al poco rato de tenerlo en la boca, lo ha escupido con cara de disgusto, y me mira como acusándome de su sabor.

Para quitar el mal gusto, supongo, ya ha escogido a su siguiente víctima bombonil, le toca el rosa.

.- ¿tienes que probarlos todos??, los hombres digo- vaya a pensar que me estoy quejando de sus mandíbulas-  ¿no es más fácil disfrutar del que tienes y si no llega a buen fin, conocer a otro?.

El rosa debía estar bueno, porque pone una cara de satisfacción que recuerda a un buen sueño, pero aún con el gusto que le está dando, coge al siguiente, va a caer el dorado.

.-No voy a dejar a Miguel, ni loca, con la seguridad que me ofrece!!, pero… Rigoberto me atrae, y por sus miradas lascivas, se que yo a él no le soy indiferente.

_No entiendo tu preocupación, Puri, si estás segura de que no quieres perder a uno,¿ por qué esa cara de duda?.

Ya se ha metido al dorado en la boca, máquina de tragar y de quemar, porque o en su casa sólo come apio y agua y viene a la mía por calorías, o las quema muy aprisa con abdominales la tía.

.-Un poco corta si eres- La jodiste amiga… ahora sí que te va a caer la del pulpo!!!- Verás, a “Rigo” ( lo acorto yo, que me canso de escribir ), me lo presentó Miguel, y la duda está en saber si se enteraría de lo que pasara en una noche de “desliz”, porque como siga mirándome de esa manera, e insinuándose lascivamente, yo tengo que saber qué se siente.

El rojo, debía estar asqueroso, porque lo ha escupido directamente.

Dije que le iba a caer la del pulpo, ¿no?, pues ya toca,

.- Vamos, como la caja de bombones, que desde que has entrado, te has comido todos los colores, para saber qué sabor tenía cada uno, ¿no?, pues te va a pasar como con el rojo, que un día te comerás uno y te quitará el buen sabor de boca que te dejó el plateado.

¿dije alguna vez, que soy algo tonta?, pues me acaban de dar la lección…

.- Qué dices boba?, - coge directamente un bombón plateado, se lo mete en la boca y seguido me dice- Si uno te amarga, escupe y vuelve a saborear al dulce, para eso se ponen dos de cada, para que puedas repetir del mejor.

Una vez terminada la hilera de colores, tomado el café, sorbido las dos lágrimas de cocodrilo que tenía, y una sonrisa por debajo la nariz, advirtiéndome, que sólo ella podía haberse comido los mejores bombones, marcha a su casa, dejándome con esa cara de estúpida que me ha quedado ,te acaban de meter un gol por la escuadra, no probaré el de color plata, porque ha repetido!!, eso sí, ya sé que el de color rojo que queda, acabará directamente en el contenedor.

Espero que tenga un indigestión!!!!!

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