lunes, 6 de agosto de 2012

ERASE UNA VEZ





Erase una vez....

Mil historias de princesas, de hadas y finales felices empiezan con el título. Pido perdón por usarlo en ésta ocasión.

Protagonista de cuentos donde la imagen se refleja en una bola de cristal, en el puchero de una poción mágica, en la manzana envenenada, en el beso que no despierta a la bella dama.

A la cueva del dragón, entre bocanada y llamas, ataduras de ficción o reales empuñaduras. Guerras de niños, adolescentes y adultos, Guernica de la vida donde sólo el grito callado y las lágrimas bebidas, pintan el lienzo día a día.

Brujas que invaden los minutos de alegría, Magos oscuros que tientan el alma, la corrompen, la mancillan, sapos que jamás se convierten en príncipes.

Herodes con los infantes, Salómonicas decisiones, Hitlerianas pasiones.

No erase una vez, que se era la vida.

Creación de vida paralela, locura pasajera que invita a la enajenación eterna, mentiras construidas en base a la verdad, realidades que se convierten en fábulas.

Segundas oportunidades con cuentos de horror. Buscando salidas en un laberinto sin fin, castigos injustos de premio de amor, manzana con veneno para el alma.

Pido perdón, porque no Erase una vez, y no se donde está el " vet aquí que hi ha un gat, vet aquí que hi un gos, y el conte sa fet fosc..."  ( hay un gato, hay un perro, el cuento se ha acabado ), porque siguen apareciendo dragones con boca de fuego, piratas fantasmas y Cruelas celosas de la vida cotidiana.

Princesa y príncipe que ganan abanderando sólo el mástil del amor, superando barreras con la pértiga de la confianza y llegando al final del cuento, con la única confianza de la verdad.

No hay fín... Erase una vez, LOS CELOS.




4 comentarios:

  1. Precioso cuento, amiga Yolanda. me ha encantado y mucho más, si cabe, verte escribiendo otra vez

    ResponderEliminar
  2. Más que un cuento, querido Enrique, es una pesadilla... pero espero que pase pronto y pueda vivir el cuento ;p.

    ResponderEliminar
  3. Querida Yolanda: Un poco de miedo me da oirte hablar de pesadillas. El escrito es bellísimo, un poco precipitado al final ¿cómo cuando se presenta la pesadilla? Te digo en palabras de San Agustín, que era sabio hombre y que se metió en varios líos: "Creer, espera y amar"

    ResponderEliminar
  4. Gracias Asún, la precipitación forma también parte de mi personalidad, ya sabes que yo, siempre fui bastante descreída, conocía la frase pero desconocía que fueran de Sana Agustín... "creo, amo, pero me desespero ante la injusticia...", entiende, que ni soy sabia ni soy santa....

    ResponderEliminar