viernes, 14 de febrero de 2014

Soñemos




Soñemos. Imagina conmigo. Quieres?

Saldré a la calle, caliente bajo un sol de primavera en uno de esos días luminosos de mi pueblo. Con un azul hiriente, vibrante, acompañando a un aire lo suficientemente fresco como para sentir la comodidad de mi chaqueta… calor.

Levantaré la cabeza, vista al frente, como cada día y me encontraré rostros sonrientes, amables, refugiados en el anonimato de la masa, con ojos que miran sin miedo, sin rencor, sin mentira.

Pararé, sin prisas… Calma a contemplar los juegos de los niños en un parque. No habrá hienas acechando los movimientos de la inocencia. Ni cazadores apostados para cobrar nuevas piezas Paz.

Disfrutaré del ruido, del bullicio, de la vida, sin sentir que el corazón se me muere por estar lejos de mi casa. Tan lejos y tan cerca, tan cerca y tan lejos. Latiré con el pulso de mis recuerdos… sin dolor Porque al fin comprenderé que cada día que pasa es un día más cerca.

No habrá recuerdos negros, agazapados entre las líneas de mis pensamientos, no habrá penitencias que pagar, intereses de años pasados que se cobran horas enteras de mi futuro… Libertad.

Me esperaré sentada, como siempre, en el rincón de nuestro café para acompañarme a casa. Mi vida tu morada y la tuya, mi refugio.


Yo encargado de las cosas importantes. Ella de las que tienen importancia. En medio ese trozo vivo de nuestro amor, que se encarga de atarnos a lo terrenal y de darnos el pulso que nos hace… Vivir.

Así quiero yo un mañana. Para mí casi imposible… O no?


No pidas consuelo.


Solo vive!

2 comentarios:

  1. Me alegra volverte a ver por aquí, Yolanda. Un abrazo y, ah, como no, magnífico artículo.

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  2. Gracias Enrique, tú que siempre me lees con ojos inocentes. Abrazo

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