Impresionante!!
Y no es ciencia ficción. Funciona así, Teletransportador origen o "A", se transforma en materia del cuerpo que se desea teletransportar en energía. Esta energía viaja a través de cables o por un medio aéreo hasta el receptor destino o "B", que transforma la energía en materia nuevamente, recomponiendo lo que se teletransportó desde origen. Como ejemplo, el teletransportador de Star Trek.
Lioso Eh!!!!!!!
No, no, no, nada de fantasía, lo mio es real, éste año me he teletransportado en tres ocasiones a una época concreta de mi adolescencia, he viajado 33 años atrás y regresado a mi adolescencia.
Y no es ciencia ficción. Funciona así, Teletransportador origen o "A", se transforma en materia del cuerpo que se desea teletransportar en energía. Esta energía viaja a través de cables o por un medio aéreo hasta el receptor destino o "B", que transforma la energía en materia nuevamente, recomponiendo lo que se teletransportó desde origen. Como ejemplo, el teletransportador de Star Trek.
Lioso Eh!!!!!!!
No, no, no, nada de fantasía, lo mio es real, éste año me he teletransportado en tres ocasiones a una época concreta de mi adolescencia, he viajado 33 años atrás y regresado a mi adolescencia.
La primera de ella, fue
en los primeros meses de éste año, y como llegaba la primavera, las devociones se
juntaron con las emociones, y ese amor no olvidado, no concretado, se llevó al
límite de sus circunstancias.
Los recuerdos que
brotaban como un chorro de agua a través de una manguera de agua, se
transformaron rápidamente en abrazos, besos, sonrisas, contacto y deseo
furtivo, hasta llegar rápidamente a la extanuación y la normalización para
reconvertirse en una amistad más fuerte, más cómplice si cabe, por deseo de
uno, y es que no se puede forzar el presente reteniéndolo en teletransportador mucho tiempo, se desintegra.
A pesar de ese pequeño
dolor, y sin menospreciar las siguientes, ese reencuentro marcará de por vida
un calendario.
La segunda de ellas, fue
mi mejor amiga de la infancia, Pili y Mili , Zipi y Zape en femenino,nos llamaban maestros y padres, y no
se concebía el podernos separar. Y con el mismo tiempo de espera, en cocción,
33 años más tarde, el abrazo fue como si el día antes hubiéramos dicho adiós, y
si mi primer encuentro fue inacabable los recuerdos, el mirarnos a los ojos y
una charla fluida, ésta se superó por transparente, se pasó el día en un suspiro y las risas
fueron continúas durante toda la jornada.
Confidencias,
aclaraciones, anécdotas, travesuras y más travesuras con las mismas firmas ella
y yo, nuestras primeras experiencias con el amor y el desamor, dolor por no
haber estado en los malos momentos y tristeza por no haber compartido aquellos
momentos que nos sacaron una sonrisa y no tuvimos a quién contársela; Y
promesas de no volver a dejar pasar el tiempo de nuevo entre las dos.
Y juro, desde ahora y
hasta que me falle el aliento, que no volverá a pasar tiempo en nuestras
visitas, que no volveré a fallar con el valor de la amistad.
Hace unos días, de la
misma manera, a través de Facebook, recibí la visita de otra amiga de las que
compartí parte de mi infancia y adolescencia, ésta en el pueblo al que adoro y
ha sido un referente de la alegría de ser niño, de cómo se crece en libertad y
cuanto se aprende de tomar decisiones sin la supervisión constante de un
adulto.
Me separaban también 33
años, que me está dando por comprar lotería con el 33 de terminación, que tiene
su casualidad demasiado casual, o quizá centrado en el número, porque hubo un
principio pero ahora ya no será el fin, o quizá de inicio, pues ha empezado una
nueva etapa en mi vida y sólo debo seguir el curso del número.
Nos pasamos horas hablando, sabiendo cómo había sido nuestra vida y teniendo siempre un recuerdo de la una
a la otra, pero en los tres casos (otra vez aparece el 3), no sabiendo cómo
ponernos en contacto de nuevo.
Hoy, por circunstancias
que no vienen al caso, regresé al pueblo de la adolescencia, y me vi en los
columpios, charlando con ella, contándonos historias y riendo. Despidiéndonos
el día que sus padres decidieron vender la casa y comprar un apartamento en la
playa, llorando las dos porque se quedaban inacabadas muchas vivencias.
Mi pueblo, dónde las tres
conocimos al primer amor de verano, donde cada una tenía unos sueños por
cumplir y que ninguna realizó, pero el tiempo se comportó con nosotras, y
contigo, y al mirarnos a los ojos, nos vemos niños y seguimos compartiendo,
como si fuera un punto y seguido, la vida, la que hemos tenido y la que aún
soñamos con tener.
Y quizá, algunos no crean
en el teletransportador, e imaginen que tengo mucha capacidad de soñar, y
piensen que no se vuelve al pasado en
esos días que nos juntamos, que si pasaron 33 años es que nada nos unía, pero
yo, que me he desintegrado en partículas viajando en el espacio
y el tiempo, se que algunas de esas mini esporlas han traspasado de mi corazón
al suyo de nuevo, y he adoptado una vez más con la inocencia de la niñez, el
alma de cada uno de ellos.
Vuelvo a mi nave, pero seguiré
teletransportándome una y otra vez
Te escribe el soldado 33 de tercera compañía, taquilla 33 cama 33 no escogí la compañía pero si la cama y taquilla, sin ver los números y desde ese día mi numero es el 33. En cuanto al teletransportador del que hablas no solo creo en el sino que es mi medio de transporte favorito y la verdad a veces creo que no es bueno pues deseo con todo mi ser quedarme allí. Hay una serie de imágenes y personas me aferro a ellas pero como soy un terco Tauro la responsabilidad me vence y me dejo atraer por el presente, al volver siempre le pido a dios morir allí, entre mis recuerdos.
ResponderEliminarEy soldadito, los números marcan nuestras vidas,y el teletransportador, para ti deseo que un día se estropee y te quedes en el último destino escogido y sin anular responsabilidades, empieces a vivir no de recuerdos, de realidades que te mereces. Igual ocurre, que aún no llegó al destino que querías...como en el juego "sigue intentándolo".
ResponderEliminarMi opinion es que el pasado hay que dejarlo donde esta y vivir el presente con lo aprendido del pasado.
ResponderEliminarY odio que te reencontraras con un amor de juventud,pero me alegro de que agonizara porque te encontraras conmigo en el presente, asi que acepta ya mi solicitud del msn y pongamos a trabajar el presente
Gracias por el comentario Miguel, no puedo negar que tienes parte de razón en vivir el presente, lo segundo que comentas, no entra en mi el responderte pues sería una grosería, y en cuanto a lo tercero..., lo siento, no tengo msn.
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