Tanto príncipe azul y tanta tontería…..nonononononono, queremos hombres reales, sin mandangas superficiales.
A
saber.
No tiene que llevar, necesariamente ropa
de marca, aunque se le agradecen unos Calvin Klein más de que se piensa.
No hace falta, tampoco, que sea guapo de
desmayarse, que tenga unos abdominales de cuadratura perfecta, unas piernas
llenas de músculos, unos brazos de revista y…..y eso de escándalo, pero también
se agradece cuando todo lo que ves delante te gusta más que comer con los dedos
porquestámaswenoquelpan.
No es imprescindible que te escriba
poemas de amor, así mejor que no lo haga, con escribir normal, si acaso,
ya vale. Ni que te cante baladas al oído. Con que te susurre a medias llega de
sobras.
Ni mucho menos le vamos a pedir un alto
cargo en ninguna parte, si es un hombre de recursos y con la cabeza llena de
muebles de teka, que aguantan cualquier huracán, en si mismo ya es un regalo.
De la visa oro ni hablamos, ni falta que le hace, que unas patatas bravas y
un pincho, acompañados con un refresco cerca del mar, o unos pescaítos fritos
no los cambio yo por el comedor del Rizt.
Tampoco necesita bajarse de un Audi, ni
aparcar la BMW supermegatrail en la acera de mi casa, con que me espere abajo
con una sonrisa, ya es para hacerle la ola, que la cosa está muy mala para que
a una la sorprendan, y eso encanta.
No necesita enviarme por Interflora, un
ramo de esos no ya quedar como Richard Gere para que se desmaye
toda. Una sola rosa blanca, sin palabras, llega donde tiene que llegar.
No se le exige curso de protocolo, léxico
de catedrático, modales de mayordomo ni títulos de los de colgar en las
paredes. Con que sea espontáneo, inteligente, divertido, cariñoso y un fiera
en…..y un fiera, se puede dar con un canto en los dientes, pero suave, no sea
que la cosa acabe en urgencias.
Sincero, honesto y leal. Bueno por
dentro y por fuera, y una sonrisa que te desmonta por lo autentica.
Pero lo que mola, lo que da positivo en
alucinar y te confirma que acabas de dar en el clavo……es que cuando estás con él,
TÚ, te sientas como una princesa, te rías como una loca, disfrutes como una
loba y te deje COMO A UNA REINA.
Ese es el bueno, el mejor.
Si no, no vale.
Me ha encantado, Yolanada, si acaso yo diria que ....ññ y viceversa.
ResponderEliminar"Bonito articulo"
Y viceversa, Enrique. Gracias.
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