Viajando al pasado,
buscándome y encontrándome, reconozco un vacío de largos años y un buque a la
deriva parcheado y alquitranado.
Esgrimiendo cada
palabra, escudriñando cada gesto, tanteando los encuentros, indagando en la
mirada y averiguando en los besos.
La fuerza del abrazo, la
simplicidad del silencio, el ansia de tenernos, el dolor de perderte brevemente
y el encuentro de caminos paralelos.
Aprendiendo a quererte,
sin prisas, saboreando todo nuestro tiempo, convencida, aplacada, serena y
llena.
El deseo simple de
caminar juntos, , con las curvas del destino pero sin desvíos en el sendero, sintiéndonos
fuertes para cruzar los puentes y bañarnos en cada mar sea en calma o agitado.
Conociendo cada poro de
la piel, cada brillo en los ojos, cada defecto que nos hace únicos y los
desencuentros que nos acercan más cada vez..
Aprendiendo a quererme,
aprendiendo a quererte.
Me gusta porque dices que te aprendes a querer, pero al seguir leyendo me denuestra que desconfiaste de ti o de el. ¿de quién?
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